martes, 4 de septiembre de 2012

2 de septiembre de 2012

Día de playa con mi mujer que por fin está de vacaciones.
 
Llegamos a eso de las 14:00, que por cierto hacía un levantazo de cojones. Lanzo las cañas y me pongo a comerme el bocadillo y veo que mi caña de la derecha está destensada. Empiezo a recoger y noto bastante peso pero nada de jaleo. Cuando se acerca a la orilla vemos que es un ejemplar de un bonito sargo de 1,200 kg.
Pues no está nada mal pensé yo. Al ratito llegó mi padre...... como no haciendo de las suyas, a spinning, sacando delante mia varias bailas de entre 500 y 600 gr. Y yo solo con mi sargo, jajaja, toma ya!! en tó la boca.
 
JESÚS RÁMIREZ: MI PADRE, MI MAESTRO, MI EJEMPLO A SEGUIR. 
 
 
Llegamos a la pleamar y nada. Ya bajando la marea sigo sin ver ninguna dorada, pero la caña del medio la vuelvo a ver destensada ( es que no picaban ) y otra vez lo mismo, peso pero sin dar jaleo. Y por fin!! la primera zapatillona. A los diez minutos se deja ver otra más pequeña y le digo a mi mujé: - ahora tiene que entrar alguna gorda!!!
Por fin puedo ver una picá, la caña toda doblada, soltando hilo y yo flipando creyendo que ya estaba aqui la señora DORADA. Pues que va..... porque sería otra zapatillona kilera que me dió un juego y disfrute que no veas. 



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